sábado, 5 de septiembre de 2009

De vuelta a casa... y solo quiero relax


Ha sido un verano intenso. He viajado tanto como prometí. He andado tanto como mis pies me han permitido. He hecho tantas fotos que ¡hasta tengo un callo en el dedo! Y ahora, ya ha llegado el momento de volver a casa y retomar la vida tal y como era antes de partir.
Aunque en realidad lo único que me apetece es un poco de relax... solo eso


¿Te unes a mí? jajaja Te gustaría ¿eh?

Bueno, os lo voy a contar todo lo que he estado haciendo estos meses, me apetece mucho, aunque solo necesito un poco de tiempo. Mientras tanto, un pequeño adelanto: Londres ha sido increíble; París, un poco decepcionante; Los musicales, me han puesto los pelos de punta y los conciertos, una verdadero placer.

lunes, 22 de junio de 2009

De paseo por el campus


El viernes tengo un examen importante, de esos que pueden cambiarte la vida y que te abre las puertas a un futuro tranquilo y seguro. Era lo esperable, tenía que presentarme. Y aquí estoy, aprovechando mi semana de vacaciones para estudiar.

Esta mañana he estado en casa. He madrugado considerablemente y he puesto a punto todo mi kit para estudiar (mis bolis de colores, mis apuntes perfectamente organizados, mis gafas super limpias) y sin embargo, nada, sin concentración.

Entonces, tras varias horas y después de haber empapelado la pared con frases positivas y de ánimo, he decidido venir al campus. Aquí todo el mundo está estudiando, al menos me inspiraré, he creído.

Todo está igual. Nada ha cambiado. Hace cinco años que acabé y no me había dado cuenta de los recuerdos tan bonitos que me ha dejado. Casi me emociono al entrar en la cafetería, cuantas horas de charlas, cuantos cafés, cuantos bocadillos. ¡Y la copistería! Cuantos trapicheos con apuntes, prácticamente lo había olvidado.

Después de pasearme volviendo al pasado he ido a la biblioteca. Había sitio. Me he sentado. He mirado a mi alrededor como buscando esa energía que hace que te concentres, pero no la he encontrado. Decenas de personas están estudiando, algunos cuchichean, otros teclean en su portátil. Hace cinco años casi nadie tenía portátil. Ahora yo he traído el mío también.

Me fijo en los estudiantes, ahora son muy jóvenes, tiene que serlo, porque yo estoy igual, estoy segura. Me quedo un rato, y al final desisto, abro el portátil y escribo... no debería, lo sé....

martes, 16 de junio de 2009

¿Dónde está la luna? Pensamientos nocturnos...

Estoy preocupada. Llevo días sin verla. No la miro todas las noches, pero cuando la necesito, ahí está para tranquilizarme. Me calma. Me serena. Me da paz.
El otro día la descubrí especialmente hermosa. La magia de la luna llena es abrumadora, y sin embargo no le hice caso. La ignoré centrada en mis quehaceres, muchos absurdos, a los que estoy perdidamente enganchada. Y ahora ha desaparecido, ¿dónde está la luna? ¿dónde está mi luna?

Quiero volver a verla. Esta noche. Necesito su energía. Mientras la espero me pregunto ¿cómo será verla desde Canadá? ¿o desde Australia? ¿o desde Sudáfrica?

Miles de personas la estarán observando en este momento: ancianos en soledad, parejas enamoradas, niños curiosos... que privilegiados, si todos supieran lo que la echo de menos.

Aún así, sé que volverá. Mi luna plateada siempre vuelve. Haga lo que haga, ella estará, dispuesta para mí.

domingo, 14 de junio de 2009

Roma, buscando a Rómulo y Remo, ¡y a Valentino!

Hace unos meses estuve en Roma cuatro días y para ser una ciudad que se fundó en el 753 a.C. tengo que decir que se conserva muy bien ;-)

En serio, me encantó. No conocía Roma y en cuanto pisé la ciudad enseguida me enamoró, especialmente el ambiente que se respiraba en las calles. A pesar que el verano hacía tiempo que había finalizado y las temperaturas ya no eran muy caldeadas las terrazas de los cafés y restaurantes instalados por todos sitios estaban siempre a rebosar. Las viejas calles empedradas emanaban un atractivo especial, te seducían llevándote a perderte en ellas y entrar en otra era. La gente me pareció muy alegre y vivaz, es frecuente toparte con grupos de jovencitas que rien divertidas, hombres atractivos a lo Riccardo Scamarcio vestidos a la última moda, es una ciudad antigua pero llena de gente joven, fascinante.

Cosas que no te puedes perder y que me dejaron con la boca abierta: El Coliseo, el Foro Romano, la plaza de San Pedro, la plaza Navona, el Panteón, la Fontana di Trevi, pasear por los puentes del río Tíber.
Moverse por Roma es muy fácil, y la comunicación más todavía. Realmente el italiano y el español son similares tanto a nivel gramatical como de léxico, puedes entenderte bastante bien con cualquier italiano.
La gente italiana tiene una forma de ser muy particular que me resultó fascinante. Resultan extenuantes cuando se expresan, utilizan la comunicación no verbal, los gestos exagerados continuamente. Además elevan el tono de voz y parece que siempre están discutiendo, sin embargo son los más sociables que he conocido nunca y suelen ir por la vida sonriendo, eso es fantástico.
Hay expresiones que utilizan continuamente como coletillas: tutto a posto? complimenti! Además son culturalmente seductores, especialmente los hombres, seducen cuando hablan, y si no compruébalo en cualquier restaurante o café y habla unos minutos con los camareros... verás a lo que me refiero.
Luego está el tema de la moda. Las tiendas son carísimas, en eso creo que todo el mundo estaría de acuerdo y a pesar de ello es increíble la cantidad de mujeres y hombres que pasean cosas de marca. Casi todas las quinceañeras llevaban bolsos Louis Vuitton o Gucci o Prada, ¿serán de imitación? Pero eso sí es cierto, nunca antes había visto a genta tan bien arreglada para ir a trabajar. Especialmente los hombres, en Roma da gusto ver cómo se cuidan.
Una tarde que dediqué a las compras me empeñé en comprarme un bolso de Valentino, ya que estaba allí quería algo de un diseñador italiano. Estuve dando vueltas hasta localizar alguna de sus tiendas, pero os puedo asegurar que no encontré un bolso que no fuese de fiesta. Al final regresé sin bolso, pero contenta, espero que la moneda que tiré en la Fontana di Trevi sea una promesa de que regresaré, porque me encantaría.
Adoro Italia!

viernes, 12 de junio de 2009

New York, New York, la ciudad en la que todos se sienten como en casa

Lo sé, soy una de las afortunadas. En septiembre de 2008 estuve diez días disfrutando de la gran manzana. Tenía que empezar por aquí, fue tan impactante la huella que me dejó visitar esta ciudad que a día de hoy ¡solo pienso en regresar! En Navidad está previsto otro viaje, ya os contaré...

Podría escribir horas y horas sobre Nueva York, hay tanto que decir y a la vez no diría nada que no se haya publicado antes.

Empecé le viaje haciendo un diario, anoté cada día todo lo que hacía y las sensaciones que me despertaba cada una de sus calles y avenidas. No quiero aburriros demasiado, pero basta deciros que vale la pena ir allí, al menos una vez, tenéis que verlo.

La primera sensación nada más pisar la ciudad es de "No me lo creo, estoy en Nueva York, aquí todo es posible" a partir de ahí cada día fue un descubrimiento. Si tuviese que hacer un listado de las 10 cosas que más me impactaron de la capital del mundo, quedaría algo así:

1. La sensación de familiaridad y de acogimiento. Tenéis que tener en cuenta que Nueva York es el sitio del mundo donde más cantidad de películas se han filmado a lo largo de toda la historia del cine, por lo que la hemos visto cientos de veces en la pantalla, con lo que al estar allí tienes la sensación que has estado antes. Es genial y creo que a todo el mundo le ocurre.
2. La arquitectura impresionante. Sabía lo que iba a encontrarme, conocía perfectamente por fotos e imágenes El Empire State, el puente de Brooklyn o el Rockefeller Center, lo que no podía ni siquiera anticipar es la sensación que tienes cuando estás allí arriba y divisas el skyline de la ciudad. Es un momento mágico. Pude ver el despertar nocturno de la ciudad, miles de luces encendidas que daban la bienvenida a una noche calurosa, me eclipsó. Y cuando caminas por las calles y avenidas y levantas la cabeza y ves todos aquellos skycreapers irguiéndose poderosos, es ¡guau qué cosas somos capaces de construir! Me fascinó totalmente, incluso hacen que las grandes avenidas parezcan ridículas a su lado.

3. La mezcla de culturas que habita en Nueva York. Es una ciudad de contrastes increíbles, es suficiente con hacer un viaje en el metro para ver a lo que me refiero. Nunca, jamás en mi vida había visto personas tan diferentes compartiendo el mismo espacio. Es frecuente encontrarse a una mujer de negocios vestida impecable con sus loubuttin y su bolso birkin como a un hombre de raza negra con rastras rosas y un poncho o a un hombre desnudo con un sombrero de cow boy pidiendo limosna en Times Square. Allí puedes encontrar personajes muy peculiares para cualquier novela.

4.El carácter afable de la gente.
Me habían advertido que los americanos, y especialmente los neoyorquinos son muy bastos hablando y pueden resultar hasta antipáticos. Tengo que decir que para nada, de hecho me pareció que todo el mundo era muy agradable. Fueses donde fueses, todo el mundo, absolutamente todo el mundo me saludaba con una sonrisa, y la eficiencia con la que suelen servirte es abrumadora. Me daban ganas de quedarme para siempre.

5. La invasión de la comida rápida. Todo lo que os hayan dicho sobre la comida basura de allí, es cierto. Tengo que decir que como disfruto mucho comiéndome una buena hamburguesa no me supuso ningún sacrificio, pero sí, puedes comprar un hot dog en cualquier esquina, y no resulta tan fácil encontrar un sitio donde saborear comida de verdad (al menos que no sea congelada) a un precio asequible. La otra cara de la moneda es que en cualquier parte publican en grandes paneles las calorías de todo lo que te comes, en Mcdonald's, en Starbucks,... te lo ponen fácil para que te lo comas pero te advierten que te pondrás como una foca! Por cierto, totalmente recomendado el Ellen's Stardust Diner cerca de Times Square, te comes una hamburguesa buenísima con un batido de helado y además los camareros cantan para amenizar la comida, ¿por qué no hay sitios así en España?

6. El maravilloso shopping. ¡oh, las tiendas! Es increíble, ¡puedes comprar de todo! Lo admito, soy una fashion victim y cuando estuve allí llegué al límite de mi tarjeta de crédito, pero cómo no iba a hacerlo si podías conseguir ropa interior de calvin klein por 12 dólares o bolsos de DKNY por menos de 100? Hay tiendas que son para verlas como la de Abercrombie&Fith, que parece un pub de copas, con música buenísima y dependientes-modelos. Y lo de la cosmética y el maquillaje, eso sí que es un vicio peligroso. Allí encuentras marcas maravillosas que no venden en España y a unos precios que no encuentras en marcas similares aquí, me refiero a Nars, Laura Mercier, Stila,... ¡vine cargada para todo el año! Incluso me compré una cámara de fotos digital y una videocámara, ahorrando bastante dinero.

7. La oferta cultural. Casi lloro al ver la increíble oferta de conciertos, obras de teatro y eventos increíbles a los que puedes acudir. Teniendo en cuenta que vivo en una pequeña isla del mediterráneo donde tenemos que dar gracias cuando alguien se digna a hacer un concierto, la diferencia es notable. Por supuesto no me fui de la gran ciudad sin asistir a un musical en Broadway. Os lo advierto, os podéis emocionar, la calidad de los actores y la grandiosidad de los montajes es sencillamente perfecta. Algo que nunca antes había experimentado, ni en los músicales a los que he asistido en Madrid. Me quedé perpleja, sin palabras,... ¡quiero repetir!

8. El peso del mundo latino. Llegué a Nueva York dispuesta a practicar mi oxidado inglés y cuál fue mi sorpresa al descubrir que podría ir a cualquier parte que siempre encontraba alguien que hablara español. Incluso en el metro podías encontrar las indicaciones y los anuncios publicitarios en español. Me alegré bastante, eso facilita mucho las cosas para alguien que tiene un nivel de inglés de bachiller LOGSE!!

9. Los barrios. Los visité todos, cada uno tiene su encanto especial, todos diferentes y perfectamente complementados entre sí, no sabría por cuál decidirme, quizás el que menos me gustó fue Chinatown. Lo cierto es que moverse por Nueva York es tremendamente fácil, enseguida aprendí a ubicarme y a utilizar el metro sin equivocarme! Si tuviera que elegir un sitio especial, me quedaría con la pequeña playa DUMBO, en Brooklyn, situada entre los puentes de Brooklyn y el de Manhattan, que cruzan el East River. Las vistas desde allí son espectaculares. Además pude presenciar una boda, fue un momento muy bonito. Aunque realmente podría hablaros maravillas de otros muchos rincones de esa ciudad.
10. Los pequeños detalles. Luego están esas pequeñas cosas tan genuinas de Nueva York y que te conquistan: el humo de las alcantarillas, los taxis amarillos, los bancos con dedicatorias de Central Park, los cientos de corredores con sus ipod, los vasos de papel de café que todo el mundo pasea, el ritmo acelerado de la gente por las avenidas, los grupos de jóvenes jugando a básquet, ... un sinfín de detalles muy especiales y que me encantó experimentar en primera persona, podría seguir y seguir.

Os iré contando más cositas de Nueva York...

El por qué de este blog...

Soy sagitario. Desde que tenía 13 años leo de vez en cuando el horóscopo, antes más que ahora. Sentía una gran curiosidad por anticipar qué iba a ocurrirme, a veces acertaban otras veces no.

Recuerdo perfectamente que una de las cualidades que solían atribuirme a mi signo esas previsiones imprecisas era que soy una persona aventurera, viajera, con ganas de explorar el mundo y experimentar muchas cosas.

Nunca lo creí. Siempre he sido una chica muy tímida, algo insegura, y muy arraigada a lo conocido, a lo tranquilo. Ahora a mis 27 años, todo ha cambiado. Siento una necesidad profunda de viajar, y realmente dejarme llevar por la aventura de conocer otros lugares. Éste va a ser mi diario de a bordo, quiero reflejar aquí mis experiencias, mis descubrimientos a lo largo y ancho del mundo. Me gustaría llenarlo de buenos momentos, por ahora empezaré por los sitios que ya he conocido... si alguien quiere aportar su opinión, ¡será bienvenida! Vámonos de paseo por el mundo...